Preferencia Temporal

by | Dec 17, 2022 | Español

En el siglo XIX, el economista austriaco Bohm Bawerk introdujo lo que ahora conocemos como preferencia temporal. En palabras de Bawerk: “Los bienes presentes siempre tienen más valor que los bienes futuros del mismo tipo y cantidad”.

Básicamente, la ley de la preferencia temporal dice que, ceteris paribus, los individuos prefieren alcanzar sus objetivos lo más rápido posible. O dicho de otro modo: en igualdad de condiciones, la satisfacción presente es preferible a la satisfacción futura (SOTO, 2000).

Es importante tener en cuenta que la “tasa” de preferencia temporal siempre será positiva, pero aunque positiva, variará de un individuo a otro. Incluso el mismo individuo puede tener diferentes “tasas” de preferencia temporal a lo largo de su vida.

Cuando el agente se preocupa principalmente por el presente y poco por el futuro, decimos que tiene una preferencia temporal alta.

Con fines didácticos, veamos algunos ejemplos de personajes -muy conocidos por el gran público- que tienen una alta preferencia temporal:

El Hijo Pródigo, quien, al gastar todo su anticipo en su herencia en poco tiempo, demostró en ese momento tener una alta preferencia temporal.

El Saltamontes, de la fábula El Saltamontes y la Hormiga, que al divertirse y no guardar nada para el invierno, ha demostrado tener una alta preferencia temporal.

El hermanito del cuento de los tres cerditos es otro ejemplo de alta preferencia temporal. Rápidamente construye una casa de paja para poder salir a jugar.

No solo hay agentes con altas preferencias temporales. También están aquellos con pocas preferencias temporales.

Cuando el agente está muy dispuesto a posponer su satisfacción presente por una mayor satisfacción en el futuro, decimos que tiene una baja preferencia temporal.

Como ejemplos de personajes con baja preferencia temporal tenemos:

La hormiga, que consumía menos de lo que producía. Es decir, ahorraba para tener algo de comer en el invierno.

El cerdito mayor, del cuento de los tres cerditos, que renunció a su diversión en el presente para construir una casa de ladrillos que fue capaz de resistir los ataques de los depredadores.

Una prueba muy famosa creada a fines de la década de 1960, conocida como la prueba del malvavisco, tenía como objetivo ver la capacidad de los niños para renunciar a un placer inmediato a cambio de una mayor recompensa en el futuro.

Básicamente, en esta prueba se le dice al niño que si espera solo en la habitación un tiempo determinado -15 minutos, por ejemplo- y no se come el dulce que tiene enfrente durante ese tiempo, recibirá un segundo dulce como premio, habiendo duplicado así la cantidad de dulce que tendría. Pero, si sale de la habitación y/o se come los dulces antes de que transcurran los 15 minutos, no recibirá la recompensa.

Asumiendo que al niño le gusta el dulce en cuestión, y entendiendo el concepto de preferencia temporal, podemos decir que el niño que espera los 15 minutos sin comer el dulce, demuestra tener una baja preferencia temporal y el que come el dulce antes y /o sale de la habitación, lo más probable es que tenga una preferencia de tiempo alta.

Como se indicó anteriormente, la tasa de preferencia temporal de cada individuo no es fija, y los niños generalmente tienen preferencias temporales más altas que los adultos. Pero aun sabiendo esto, podemos establecer un paralelismo entre los niños que esperan los 15 minutos para poder tener más dulces en el futuro y los adultos que ahorran (renuncian al consumo en el presente) y destinan sus ahorros en aplicaciones financieras, para que en el futuro pueden tener más recursos que en el presente.

 

 

 

Referencias:

BÖHM-BAWERK, Eugene Von. Teoría positiva del capital.

SOTO, Jesús Huerta de. La Escuela Austriaca: mercado y creatividad empresarial.

https://www.onze.com.br/blog/teste-do-marshmallow/ (Acceso: 07/12/2022).